Un estudio reciente publicado en JAMA Network Open sugiere que tratar la hipertensión (presión arterial alta) en adultos jóvenes y de mediana edad puede ayudar a prevenir la demencia y la enfermedad de Alzheimer. Investigadores de la Universidad de California, Davis, compararon las resonancias magnéticas cerebrales de adultos mayores con presión arterial alta entre las edades de 30 y 40 años con adultos mayores con presión arterial normal.
Cambios negativos en el cerebro asociados con la presión arterial alta
El estudio encontró que el grupo con presión arterial alta tenía volúmenes cerebrales regionales significativamente más bajos y una peor integridad de la materia blanca, ambos asociados con la demencia. Además, los hombres con presión arterial alta tuvieron cambios cerebrales negativos aún más importantes en algunas regiones, como una disminución del volumen de materia gris y del volumen del córtex frontal. Se sugirió que las diferencias estaban relacionadas con los beneficios protectores del estrógeno antes de la menopausia.
Kristen M. George, autora principal del estudio y profesora asistente del Departamento de Ciencias de la Salud Pública, enfatizó la importancia de la intervención temprana en el mantenimiento de la salud cerebral: “La hipertensión es un factor de riesgo prevalente y tratable asociado con la demencia. Este estudio indica que el estado de hipertensión en la edad adulta temprana es importante para la salud cerebral décadas después”.
Prevalencia de la hipertensión en los Estados Unidos
La hipertensión afecta al 47% de los adultos en los Estados Unidos. Las tasas varían según el sexo y la raza, con las tasas más altas en los adultos afroamericanos de entre 35 y 64 años. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan que los niveles de presión arterial sean inferiores a 130/80 mmHg.
Recopilación de datos y limitaciones
Los investigadores obtuvieron datos de 427 participantes del estudio Kaiser Healthy Aging and Diverse Life Experiences (KHANDLE) y del Study of Healthy Aging in African Americans. Los datos proporcionaron información de salud de 1964 a 1985 para una cohorte diversa de adultos mayores asiáticos, negros, latinos y blancos.
Las resonancias magnéticas de los participantes realizadas entre 2017 y 2022 permitieron a los investigadores buscar biomarcadores de neurodegeneración y de integridad de la materia blanca en la vejez. Sin embargo, el estudio tuvo algunas limitaciones. Debido al tamaño de la muestra, los investigadores no pudieron examinar diferencias raciales y étnicas. Además, los datos de la resonancia magnética estaban disponibles solo en un punto de la vida, lo que solo podía determinar propiedades físicas como diferencias volumétricas, no evidencia específica de neurodegeneración a lo largo del tiempo.
Intervención temprana para una mejor salud cerebral
Rachel Whitmer, autora principal del estudio, destaca la importancia de la intervención temprana y el autocuidado: “Este estudio demuestra verdaderamente la importancia de los factores de riesgo de la vida temprana y que para envejecer bien, debes cuidarte a ti mismo a lo largo de la vida: la salud del corazón es la salud del cerebro”.
Los investigadores planean continuar siguiendo a los participantes para aprender más sobre lo que las personas pueden hacer en la vida temprana para prepararse para un envejecimiento cerebral saludable en la vida tardía.
El estudio concluye que tratar la hipertensión en adultos jóvenes y de mediana edad puede ayudar a prevenir la demencia y la enfermedad de Alzheimer. La identificación de factores de riesgo y protectores modificables a lo largo de la vida es fundamental para reducir la carga de enfermedad.
Encuentra el [estudio original aquí] (https://health.ucdavis.edu/news/headlines/high-blood-pressure-in-your-30s-associated-with-worse-brain-health-in-your-70s/2023/04).