Un bucle vicioso de alteraciones cerebrales y modificaciones conductuales asola a las personas con trastorno por consumo de alcohol (TUS). Las vías de señalización cerebral pueden verse alteradas en los afectados, lo que exacerba el consumo de alcohol y dificulta la recuperación.
Los investigadores del Instituto de Inmunología Scripps han mejorado considerablemente su comprensión del papel del sistema inmunitario en este patrón recurrente. Por ejemplo, se demostró que la interleucina 1β (IL-1β), una proteína de señalización inmunológica, está presente en niveles elevados en el cerebro de ratones con dependencia del alcohol, según una investigación publicada en la revista Brain, Behavior and Immunity el 28 de febrero de 2023. Sin embargo, la vía de la IL-1β desempeña un papel diferente en estos animales, provocando inflamación en regiones cerebrales clave para la toma de decisiones.
¿Qué es el trastorno por consumo de alcohol (TUS)?
El trastorno por consumo de alcohol es un trastorno cerebral crónico caracterizado por el consumo incontrolado y compulsivo de alcohol, que puede acarrear graves consecuencias para la salud, como daños hepáticos, cardiopatías e incluso la muerte. El TCA engloba una serie de trastornos, como el abuso, la dependencia y los atracones de alcohol.
El papel de la interleucina 1β en el TUS
Se han establecido varios vínculos entre el sistema inmunitario y el AUD, y la IL-1β desempeña un papel destacado. Por ejemplo, las personas con mutaciones particulares en el gen que codifica la molécula IL-1β tienen más probabilidades de adquirir el AUD. Además, las autopsias cerebrales de personas con AUD han revelado cantidades elevadas de IL-1β.
Para estudiar más a fondo la importancia de la IL-1β en la EDA, los investigadores compararon ratones dependientes del alcohol con ratones moderadamente alcohólicos y ratones sin alcohol. El grupo con dependencia del alcohol tenía aproximadamente el doble de IL-1 en la región del cerebro responsable de regular las emociones y las acciones, el córtex prefrontal medial (CPFm).
Además, el equipo demostró que la señalización de la IL-1β en el grupo dependiente del alcohol era elevada y fundamentalmente distinta. La IL-1β activaba una vía de señalización antiinflamatoria que disminuía los niveles del neurotransmisor inhibidor ácido gamma-aminobutírico en ratones que no habían estado expuestos al alcohol y ratones que habían tomado dosis moderadas de alcohol (GABA). El GABA es una molécula señalizadora que controla la actividad neuronal cerebral.
Sin embargo, en los animales dependientes del alcohol, la IL-1β activó la señalización proinflamatoria y aumentó los niveles de GABA, contribuyendo posiblemente a algunas alteraciones de la actividad cerebral asociadas con la EDA. Curiosamente, estas alteraciones en la señalización de IL-1β persistieron durante la abstinencia de alcohol en animales dependientes del alcohol.
Implicaciones para el tratamiento
La Dra. Marisa Roberto, catedrática de neurociencia del Scripps Research y titular de la Cátedra de la Familia Schimmel de Medicina Molecular, es la autora principal del estudio “Estos cambios inflamatorios en el cerebro podrían explicar una parte de la toma de decisiones arriesgadas y la impulsividad observadas en individuos con trastorno por consumo de alcohol. Además, nuestros hallazgos son bastante interesantes, ya que representan un tratamiento potencial para el trastorno por consumo de alcohol utilizando medicamentos antiinflamatorios dirigidos a la vía de la IL-1β.”
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. ya ha aprobado fármacos que inhiben la función de la IL-1 β para el tratamiento de la artritis reumatoide y otros trastornos inflamatorios. Sin embargo, se necesita más investigación para establecer si estos medicamentos existentes podrían utilizarse para tratar la AUD.
Roberto dice: “Planeamos dar seguimiento a este estudio con más trabajo sobre cómo exactamente dirigirse a componentes específicos de la vía de la IL-1β podría ser útil en el tratamiento del trastorno por consumo de alcohol,”
Conclusiones
El estudio del Scripps Research arroja luz sobre el papel crucial de la IL-1β en el trastorno por consumo de alcohol. Los hallazgos implican que la vía de la IL-1β tiene un papel distinto en los animales dependientes del alcohol, induciendo la inflamación en regiones del cerebro asociadas a la toma de decisiones. Además, el estudio demostró que los medicamentos dirigidos a la vía de la IL-1β podrían ayudar a tratar el trastorno por consumo de alcohol.
Este estudio tiene una importancia significativa para quienes padecen trastornos por consumo de alcohol, ya que presenta una nueva opción de tratamiento y ofrece esperanza a quienes tienen problemas para superar su adicción. Sin embargo, como ocurre con cualquier descubrimiento novedoso, es necesario seguir investigando para confirmar estos hallazgos y determinar el tratamiento más eficaz para el TUS.