En todo el mundo, el cáncer de próstata es un gran problema para los varones. En España es el cáncer más prevalente entre los hombres, representando el 22% de todos los tumores diagnosticados. A pesar de esta aterradora tendencia, la edad, la raza y los antecedentes familiares son las únicas variables de riesgo no modificables identificadas para el cáncer de próstata. Pero, investigaciones recientes sugieren una conexión inesperada entre el cáncer de próstata y los nitratos del agua del grifo y embotellada.
¿Qué son exactamente los nitratos?
Los nitratos son sustancias químicas naturales del suelo que son vitales para el crecimiento de las plantas. Sin embargo, debido al uso generalizado de fertilizantes en la agricultura, los nitratos se han convertido en un contaminante frecuente del agua. Además, se ha demostrado que la ingestión de nitratos a través del agua potable pone en peligro la salud humana, ya que aumenta el riesgo de cáncer de próstata en algunas personas.
Nitratos y trihalometanos en el agua potable
Un estudio realizado en España por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) indicó que la absorción de nitratos a lo largo de la vida de una persona a través del agua del grifo y del agua embotellada podría ser un factor de riesgo de cáncer de próstata, especialmente en tumores agresivos y en hombres jóvenes. El estudio investigó una posible relación entre el cáncer de próstata y la exposición a largo plazo a nitratos y trihalometanos (THM) en el agua potable.
¿Qué es un THM?
Los THM son compuestos químicos que se producen durante la desinfección del agua potable, normalmente con cloro. A diferencia de los nitratos, los THM pueden respirarse y absorberse a través de la piel al ducharse, nadar o lavar los platos. La exposición a los THM se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer de vejiga.
Vitamina C, fibra, fruta y verdura para prevenir el cáncer de próstata
El estudio también descubrió que los efectos adversos del nitrato en el agua potable podrían mitigarse consumiendo abundante fibra, frutas/verduras y vitamina C. Las frutas y verduras contienen antioxidantes, vitaminas y polifenoles que impiden la producción de nitrosaminas potencialmente cancerígenas en el estómago. La vitamina C tiene un potente efecto antitumoral, pero la fibra beneficia a la flora intestinal que se defiende de las toxinas derivadas de los alimentos.
Solución: regulación más estricta de la calidad del agua
El estudio sugiere que es necesario un control más estricto de la calidad de nuestras aguas. Los autores proponen medidas como acabar con el uso indiscriminado de fertilizantes y pesticidas y promover la adopción de dietas que prioricen la salud del planeta reduciendo el consumo de alimentos de origen animal, especialmente la carne.
Por cierto, otro estudio reenviado demostró que seguir una dieta mediterránea o dieta MIND podría disminuir las probabilidades de padecer cáncer de próstata.
Aunque el estudio aporta pruebas de la asociación entre los nitratos en el agua potable y el cáncer de próstata, aún no se ha demostrado una relación causal. Es esencial recordar que la exposición a los nitratos en el agua potable no provoca necesariamente el desarrollo de cáncer de próstata. Sin embargo, este estudio subraya la posible influencia de las toxinas en nuestro suministro de agua y la necesidad de realizar más investigaciones sobre los factores medioambientales que pueden contribuir al desarrollo del cáncer de próstata.