
Según el doctor George Koob, director del Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo, “si usted es un bebedor frecuente, nunca está de más hacer balance de su relación con el alcohol y asegurarse de que le está funcionando” (NIAAA). Siempre existe la posibilidad de empezar a beber menos alcohol.
Los que no estén seguros de cómo empezar pueden plantearse las dos preguntas sugeridas por Koob.
Para empezar, ¿cómo afecta el alcohol a su estado de ánimo?
Los efectos negativos del alcohol sobre el estado de ánimo, la energía y otros aspectos pueden tardar en hacerse patentes.
“Tu cuerpo está intentando decirte algo si te sientes mejor cuando no bebes”, explica Koob. Si te sientes mucho mejor cuando no bebes, incluso unos pocos días sobrio pueden decirte mucho. Koob aconseja: “La segunda etapa consiste en preguntarse por qué bebes, si ves que bebes a pesar de no apreciar cómo te hace sentir.
¿En qué situaciones bebe y por qué? ¿Cómo beber menos alcohol?
Cuando se trata de tensión, sufrimiento e incluso depresión, Koob admite que “beber puede ayudar” durante un tiempo. Sin embargo, “cuando se le pase, simplemente empeorará las cosas”.
Busque ayuda profesional si sus hábitos de consumo de alcohol se interponen en su vida cotidiana o si tiene algún motivo para creer que puede estar experimentando los efectos de un trastorno por consumo de alcohol.
Sin embargo, para otras personas, examinar sus hábitos de consumo de alcohol puede indicar que están llevando a cabo rutinas de bajo riesgo que les gustaría modificar por diversas razones, como mejorar su salud física o mantener su sobriedad en circunstancias sociales.
La abstinencia de alcohol, aunque sea momentánea, puede reportar beneficios significativos.
Investigaciones recientes han demostrado que la sobriedad de tan sólo un mes tiene una serie de efectos positivos, como la mejora del sueño, la pérdida de peso y otros beneficios para la salud.
Preocupaciones como la ansiedad y las líneas rotas de comunicación entre amigos y familiares pueden beneficiarse de los ajustes a largo plazo. Por otra parte, no existe una fórmula fija para modificar las rutinas.
Aunque el “enero seco” y otras promesas de sobriedad de un mes de duración se han convertido en formas populares de restablecer la relación con el alcohol, métodos como fijarse una cantidad máxima de bebidas a la semana o abstenerse los días laborables pueden sentar las bases de hábitos duraderos.
Tendrás más posibilidades de éxito si eliges una estrategia que tenga más sentido para ti personalmente y que tenga el mayor impacto potencial.
10 trucos inteligentes que funcionan
- Céntrese en los beneficios
Reducir el consumo de alcohol puede producir muchos resultados positivos, como una mejora del sueño, pérdida de peso, mejor salud mental y relaciones más sólidas. Además, centrarse en estos beneficios puede ayudarle a mantenerse motivado para beber menos. - Empiece con dos días a la semana
Una forma excelente de reducir el consumo de alcohol es separar al menos dos días a la semana en los que no beba nada. Puedes probar recetas de cócteles sin alcohol o decantarte por las versiones 0,0% de tus bebidas favoritas estos días. - Pregunta primero
Cuando sales con amigos y compañeros, lo cortés es esperar a que los demás pidan primero. Sin embargo, esto puede influir en tu decisión y acabar bebiendo más de lo previsto. Sea el primero en pedir y considere la posibilidad de optar por bebidas sin alcohol. Puede que tus acompañantes sigan tu ejemplo. - Añada hielo al vino
Otro truco ingenioso es añadir hielo al vino o elegir recipientes de menor capacidad. De esta forma, puedes satisfacer tus ganas de beber alcohol con una unidad sin consumir demasiado y evitar la resaca al día siguiente. - Aplique la regla de los veinte minutos
Tómate un descanso de veinte minutos después de terminar una bebida antes de pedir o servirte la siguiente. Esto da tiempo a tu cuerpo para procesar el alcohol adecuadamente, y puede que en esos veinte minutos cambies de opinión sobre tomar otra copa. - Disfrute de lo que bebe
Elegir la calidad en lugar de la cantidad es crucial cuando se trata del consumo de alcohol. Si no disfruta con lo que bebe, no lo beba. Libérese de la presión de acabarse la copa o el trago. - Obsérvese
Identificar las circunstancias y situaciones que le llevan a beber puede ayudarle a evitarlas o a prepararse mejor para afrontarlas. Pregúntese por qué bebe alcohol y cómo lo consume cada día. Enfrentarse a emociones profundas que puede intentar encubrir con el alcohol puede ser un reto. Aun así, es importante plantear estas preocupaciones a un profesional de la salud mental que pueda guiarte en la gestión de esas emociones. - Únete al movimiento Sober Curious
Considera la posibilidad de unirte al movimiento Sober Curious, cuyo objetivo es reducir el consumo de alcohol y tener una relación menos tóxica con él. Puedes probar los bares sin alcohol, que están ganando popularidad en diferentes ciudades de todo el mundo. - Consumo consciente
El mindful drinking es otro movimiento que aplica aspectos del mindfulness al consumo de alcohol. Te permite tomar conciencia de tu consumo de esta sustancia, mejorar tu relación con ella y evitar los ciclos de excesos y arrepentimientos en los que muchos consumidores se ven envueltos habitualmente. - Celebre sus progresos
Por último, celebre sus progresos a la hora de beber menos alcohol. Pequeñas victorias como cumplir la norma de los dos días a la semana o cambiar a bebidas sin alcohol pueden repercutir significativamente en su salud y bienestar general.
Beber menos alcohol también puede ahorrarte mucho dinero. Admitámoslo, comprar bebidas en un bar o en un restaurante puede salirte caro y, antes de que te des cuenta, habrás gastado más dinero en alcohol que en la compra de la semana. Además, no hay que olvidar las caras y lamentables carreras nocturnas a restaurantes de comida rápida que suelen seguir a una noche de consumo excesivo de alcohol. Si reduces el consumo de alcohol, no sólo ahorrarás dinero en bebidas, sino que también te ahorrarás las costosas borracheras.
Otra ventaja de beber menos es la posibilidad de tener un aspecto más impresionante por la mañana. Todos nos hemos levantado con cara de haber sido atropellados por un autobús, pero reducir el consumo de alcohol puede ayudar a mejorar la piel, los ojos y el cutis en general. Se acabaron los ojos hinchados, la piel cetrina y el cutis manchado. En lugar de eso, te despertarás con un aspecto fresco como una rosa (o al menos tan fresco como puedas estar después de una noche sin beber). Y quién sabe, quizá hasta empiecen a confundirte con un famoso. “Perdone, ¿es usted Bradley Cooper?”. “No, pero ya no bebo como él”.